¿Eres Doctor?
  1. Inicio
  2. Guía Completa sobre Enfermedades Respiratorias en Fumadores

Guía Completa sobre Enfermedades Respiratorias en Fumadores

41
El tabaco es una de las principales causas de muerte y enfermedad en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, cada año mueren más de 8 millones de personas por el consumo de tabaco, de las cuales más de 7 millones son fumadores y alrededor de 1,2 millones son no fumadores expuestos al humo de segunda mano¹.
El tabaco afecta a todos los órganos del cuerpo, pero especialmente a los pulmones. El humo del tabaco contiene más de 7.000 sustancias químicas, de las cuales al menos 250 son nocivas y más de 50 son cancerígenas¹. Estas sustancias provocan inflamación, irritación, daño y destrucción de las células pulmonares, alteran el funcionamiento normal de los mecanismos de defensa y limpieza de las vías respiratorias, y aumentan el riesgo de infecciones y tumores².
Entre las enfermedades respiratorias más frecuentes y graves asociadas al tabaquismo se encuentran:
– La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC): Es una enfermedad crónica e irreversible que se caracteriza por la obstrucción del flujo de aire en los pulmones, lo que dificulta la respiración. La EPOC incluye el enfisema y la bronquitis crónica. Los síntomas más comunes son la tos persistente, la expectoración, la dificultad para respirar, la sibilancia y la opresión en el pecho³. La EPOC es la principal causa de muerte por enfermedad respiratoria en el mundo y el tabaquismo es el factor de riesgo más importante, ya que se estima que el 80% de los casos de EPOC son atribuibles al consumo de tabaco⁴.
– El cáncer de pulmón: Es el tipo de cáncer más frecuente y mortal en el mundo. Se produce por el crecimiento anormal y descontrolado de las células pulmonares, que pueden invadir y destruir los tejidos circundantes y diseminarse a otras partes del cuerpo. Los síntomas más habituales son la tos, la expectoración con sangre, la dificultad para respirar, el dolor en el pecho, la pérdida de peso y la fatiga⁵. El tabaquismo es el factor de riesgo más importante para el cáncer de pulmón, ya que se calcula que el 85% de los casos de cáncer de pulmón son atribuibles al consumo de tabaco.
– Las infecciones respiratorias: Son las enfermedades causadas por microorganismos que afectan a las vías respiratorias superiores (nariz, garganta, senos paranasales) o inferiores (bronquios, pulmones). Algunas de las infecciones respiratorias más comunes son el resfriado común, la gripe, la sinusitis, la faringitis, la bronquitis, la neumonía y la tuberculosis. Los síntomas más frecuentes son la fiebre, la tos, el dolor de garganta, la congestión nasal, el malestar general y la dificultad para respirar. El tabaquismo aumenta el riesgo de contraer y complicar las infecciones respiratorias, ya que debilita el sistema inmunológico, favorece la adherencia y colonización de los microorganismos en la mucosa respiratoria, y disminuye la capacidad de eliminación de las secreciones y los agentes infecciosos.
¿Cómo cuidar tus pulmones si eres fumador o exfumador?
La mejor manera de cuidar tus pulmones y prevenir las enfermedades respiratorias es dejar de fumar. Al hacerlo, mejorarás tu salud y calidad de vida, y reducirás el riesgo de sufrir complicaciones y muerte prematura. Los beneficios de dejar de fumar se empiezan a notar desde el primer día y se incrementan con el tiempo. Por ejemplo:
  • A los 20 minutos de dejar de fumar, disminuye la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
  • A las 12 horas de dejar de fumar, se normaliza el nivel de monóxido de carbono en la sangre.
  • A las 2 semanas de dejar de fumar, mejora la circulación y la función pulmonar.
  • A los 3 meses de dejar de fumar, disminuye la tos, la expectoración y la dificultad para respirar.
  • A los 9 meses de dejar de fumar, se reduce el riesgo de infecciones respiratorias.
  • A los 12 meses de dejar de fumar, se reduce a la mitad el riesgo de enfermedad coronaria.
  • A los 5 años de dejar de fumar, se reduce a la mitad el riesgo de cáncer de boca, garganta, esófago y vejiga, y se reduce en un 50% el riesgo de accidente cerebrovascular.
  • A los 10 años de dejar de fumar, se reduce a la mitad el riesgo de cáncer de pulmón, y se reduce en un 50% el riesgo de muerte por EPOC.
  • A los 15 años de dejar de fumar, el riesgo de enfermedad coronaria es similar al de una persona que nunca ha fumado.
Para dejar de fumar, es importante que tengas motivación, determinación y apoyo. Puedes recurrir a tu médico o a otros profesionales de la salud, que te pueden ofrecer consejo, seguimiento y tratamiento farmacológico si lo necesitas. También puedes buscar ayuda en grupos de apoyo, líneas telefónicas, aplicaciones móviles o páginas web especializadas. Además, existen algunas medidas que te pueden facilitar el proceso de dejar de fumar, como:
  • Fijar una fecha para dejar de fumar y comunicársela a tus familiares, amigos y compañeros de trabajo, para que te apoyen y te animen.
  • Evitar los lugares y las situaciones que te inciten a fumar, como el café, el alcohol, las fiestas o el estrés.
  • Buscar actividades alternativas que te distraigan y te relajen, como el deporte, la lectura, la música o el cine.
  • Beber mucha agua y seguir una dieta equilibrada, para eliminar las toxinas y evitar el aumento de peso.
  • Premiarte por los logros alcanzados, como el primer día, la primera semana o el primer mes sin fumar.
Si eres fumador o exfumador, además de dejar de fumar, hay otras medidas que puedes adoptar para cuidar tus pulmones y prevenir las enfermedades respiratorias, como:
  • Evitar la exposición al humo de segunda mano, que también es perjudicial para la salud y puede aumentar el riesgo de enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
  • Evitar la exposición a otros contaminantes ambientales, como el polvo, el humo, los gases, los vapores o los productos químicos, que pueden irritar y dañar las vías respiratorias y los pulmones.
  • Mantener una buena higiene personal y de las manos, para evitar el contagio y la transmisión de microorganismos que causan infecciones respiratorias.
  • Vacunarte contra la gripe y el neumococo, que son dos de las infecciones respiratorias más frecuentes y graves, y que pueden complicar el curso de otras enfermedades respiratorias crónicas, como la EPOC o el asma.
  • Realizar ejercicio físico de forma regular, adaptado a tu capacidad y condición, para mejorar tu función pulmonar, tu capacidad aeróbica, tu fuerza muscular y tu estado de ánimo.
  • Controlar otras enfermedades que puedan afectar a tus pulmones, como la diabetes, la hipertensión, el colesterol alto o la obesidad, siguiendo las indicaciones de tu médico y tomando la medicación adecuada.
  • Acudir al médico ante cualquier síntoma o signo de alarma que indique una posible enfermedad respiratoria, como la tos, la expectoración, la dificultad para respirar, el dolor en el pecho, la fiebre o la pérdida de peso, para recibir un diagnóstico precoz y un tratamiento oportuno.

Descubre más sobre cuidado pulmonar y encuentra al especialista que necesitas en (https://24siete.app/). Tu salud respiratoria es una prioridad, y estamos aquí para apoyarte en cada paso del camino.

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest

Deja tu comentario